Ya te acosa la
soledad y no ha hecho más que empezar tu carrera, pronto necesitarás a otro más
que rellene tus momentos de espera, pon la carne a macerar, ceba el anzuelo y
cuando las ansias no te dejen parar, sal a pescar, siempre hay un besugo con
más hambre que identidad al que clavarle el diente mientras piensa que eres su
presa.
anjú
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