Que duro resulta
estampar los sentimientos,
vuelan por el
aire,
están a mi alrededor,
forman mi realidad
y si no los escribo
no los veo,
de ahí mi introspección
…
se que no soy
el que finjo ser
aún sin intención
de
hacerlo
…
la domesticación me anula,
me convierte
en siervo.
© Juan Carlos Saceda
Momento de sinceridad.
ResponderEliminarTodos de una manera u otra somos domesticados y cuando educamos domesticamos.
No sos un siervo, sí un rey de tus pensamientos, tus elecciones, de tus sueños. Y un escritor que da gusto leer.
Cata
Creo que esa domesticación nos hace más mal que bien, cata...
EliminarGracias por tus bonitas palabras!