Escruto el silencio
intentando oírte
y en la ausencia de sonido
escucho el eco de tu voz
al nombrarme;
cierro los ojos
para verte
y en la noche sin luna
luce tu brillo
alumbrando mi camino;
me sumerjo en la soledad
para estar contigo
y juntos poblamos
el mundo sin compañía;
enmudezco la pluma
para sentirte
y tu rostro brota del papel
llamándome a tu lado;
río tu risa
sin mudar mi gesto
para complacerte
y mis labios se arquean
imitando tu semblante;
inspiro tu respiro
para alimentarme
y me inundo de ti
hasta desbordarme
…
Sempiterna tú
que vives mi vida
sin vivir conmigo.
© Juan
Carlos Saceda
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