Hay palabras que no paran de hablar hasta que fijas en ellas
tu atención, si estás dormido te despiertan y siguen hablando con un monologo
enloquecedor, se yuxtaponen, se empujan, se entremezclan hasta que se
convierten en una obsesión, entonces narcotizan tu mente, poseen tu cuerpo e
invaden tu corazón.
Son palabras salvajes, que nacen de lo absoluto y buscan una
madre, un padre, un mundo.
© jcs
No hay comentarios:
Publicar un comentario