Anocheció en el mundo una tarde cualquiera de un día de por sí gris, color
de niebla ensimismada y trémula, de húmeda desnudez vestida y difuminada
apariencia… un momento antes de
oscurecer no se veía y la noche me iluminó con rayos de luz negra y sonora elocuencia…
-sígueme, ven tras de mí, mi mundo te espera.
-sígueme, ven tras de mí, mi mundo te espera.
© Juan Carlos Saceda
Simplemente...Maravilloso!
ResponderEliminarBesos
Gracias Compuestas y multiplicadas...
EliminarBesos!