Hubo un tiempo
que nunca pasó
y pende aún
del sutil destino,
la más mínima fracción
contiene la esencia latente
y la posibilidad durmiente
de un mundo indefinido,
todo cabe en él
y nada entra
porque el miedo
lo ha obstruido
…
temes perder
lo que nunca tendrás,
ni tienes,
ni has tenido.
© Juan Carlos Saceda
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