Nació esta
historia con un poema que ni siquiera sabía que así se llamaba, se lo dijo ella
cuando le habló con la mirada:
-Poeta de
este amor tan exclusivo, mira que soy musa de grande fama pero tienes algo, un
no se qué, que me tiene hechizada… dibújame con tus letras hazme hervir en tu
lava y seré tuya para siempre… cúbreme de palabras.
Vestida en
rimas de una atemperada asonancia resultaba atrayente, desnuda debía ser
deslumbrante y cuando dejaba entrever su color… entonces era fascinante
© Juan Carlos Saceda
Imagen: Musa. Autor: Conrad Roset
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