Llovía sin duelo,
era domingo,
estábamos tú y yo
desafiando al tiempo,
flotando el suelo,
dándonos mimos,
disfrutando el mojar
de la vida
que empapa dentro
y salpica el alma
de sentimiento
…
siempre agarrados
pudiendo escapar
libertad soñada
libertad de cuento.
© Juan Carlos Saceda
No hay comentarios:
Publicar un comentario