Armado
con vocablos
hasta
los dientes
decidí
que era mejor callar
para
evitar dolerte,
alguna
razón tendrás
para
dejarte avasallar
mujer,
me sorprendes,
me
puse a mirar
desde
tu lugar
y
conseguí entenderte,
sintiéndote
aun más,
sintiendo
lo que tu sientes,
ahora
se como tú
que igual
que te fuiste vendrás,
donde
ahora estás,
no
diriges tu mente
.
.
.
Que
pena de libertad
subastada
al más fuerte.
© Juan
Carlos Saceda
© Juan
Carlos Saceda
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