Con la triste soledad
que alegra mis días
me acerco a la noche
cálida y fría,
desnudo el pudor me fusila,
brazos en alto
cabeza a un lado
y la mirada clavada
en mi propia retina,
espejo nublado
que no refleja
si no tu sonrisa,
magia de brujas,
cuento de vida,
delirio de amor,
solitaria agonía,
mi ultima voluntad: ¡Tú!
en mis labios fumarte
y más allá de esta vida
en mi sangre llevarte.
© Juan Carlos Saceda
Es precioso...!
ResponderEliminarme encanta..!
EliminarNo se si soi dos o una, de cualquier forma os agradezco el comentario por duplicado... Saludos!
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