En aquella
época leías a Marx, Bakunin, Froid, Camus y como no a los clásicos del noventa
y ocho Valle Inclán y Baroja entre ellos…aún no tenías dieciocho años y ya eras
una persona de ideas claras y por defenderlas te llevaste más de un porrazo intentando
escapar de las sombras grises del sistema.
Tenías
pocos interlocutores entre tus compañeros de instituto y siempre estabas sólo,
leyendo, hablándote a ti de tus pensamientos…
-No pienso
tener hijos, ni casarme, la paternidad te convierte en represor de la
naturaleza humana, para que se pueda adaptar a este invento, una trampa del
poder que te vuelve vulnerable y te amansa porque ya no eres tú eres ellos…
Ahora
después de un deambular de más de treinta años, tienes dos hijos y por los dos
irías al infierno.
© Juan Carlos Saceda
No hay comentarios:
Publicar un comentario