Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



miércoles, 23 de abril de 2014

Tírame al suelo


Para poder fluir con el viento hay que ser viento o la idea de viento, de lo contrario no podrás volar… tú eres danza, mi idea de danza, hazme danzarte por dentro comienza a bailar… abrázame con la mirada intensa de tus ojos negros, bésame con el aire que nace de tu movimiento, tírame al suelo y camíname con tus alas de cinco dedos… nunca dejes de bailarme o enmudeceré de nuevo…

© Juan Carlos Saceda

martes, 22 de abril de 2014

Luchar duro




Vámonos de viaje a la más lejana esquina del deseo, donde subyace la lucha infinita jamás ganada y batallemos juntos sabiendo que perderemos y que no hay pérdida que antes no se haya poseído y que pienso luchar duro para no tenerlo…

© Juan Carlos Saceda

sábado, 19 de abril de 2014

No sin tus besos




Me gustaría besarte hoy sin esperar más a ver que decide el sinuoso devenir y después si quiere que orqueste yo no le pienso seguir, contratiempo disonante, tú tienes la voz cantante, que más da, sólo es vivir. 
 
© Juan Carlos Saceda

viernes, 18 de abril de 2014

Ocupado




Volveré a buscarte cuando deje de hacerlo, ahora estoy ocupado perdiendo el tiempo…

© Juan Carlos Saceda

Tampoco




Se dejaba ver poco y cuando lo hacia el resultado era desastroso, la fama de lo que nunca fue se le  insinuaba tanto que caía en sus redes y se volvía famoso…

-bésame ahora 
-nos están mirando
-da igual quiero que lo sepan todos
-pero si tú no eres real
-pues besa mi irrealidad hasta que me vuelva loco
-y si por suponer, supongo que me podría enamorar?
-no serías la primera
-y la última?
-tampoco…

© Juan Carlos Saceda

lunes, 14 de abril de 2014

Utopía


La perfección existe en cuanto a un ideal, por lo tanto sólo es una utopía que puede darse la vuelta y observar al que la mira…

© Juan Carlos Saceda