Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



martes, 13 de mayo de 2014

Cuatro eran cuatro...


La primavera es dulzura despierta con su toque exacto de amargor incipiente.

El verano es el sol naciente, sesteante, a 

penas durmiente.

El otoño es la primavera ausente, el llorar 
del universo, la vida latente.

El invierno es la oscura luz, el viento helado, 

la duda hiriente.

© Juan Carlos Saceda

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