Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



domingo, 26 de mayo de 2013

Lo dijo




Bajo una semi sombra  fruto del juego entre el sol y una majestuosa higuera a la que viste nacer, reposabas la comida escuchando a tu padre contarte las cosas que siempre te cuenta como si fuera la primera vez que lo hiciera, ahora no había gallinas, ni el viejo carro, ni la estercolera sólo tú y él y la historia de un corral por escribir aunque vive en tus venas…

-esta tranquilidad vale más que to lo que tenga la gente…

Lo dijo sin darse cuenta de que te estaba enseñando lo que realmente vale la pena y se quedó dormido sin ningún temor, le protegía la higuera.

© Juan Carlos Saceda

2 comentarios:

  1. Delante de mi casa de niña, había una higuera. ¡Enorme! Y cuando era el tiempo de recoger el fruto, aquel árbol se multiplicaba en cientos de frutos, que brillaban al sol con aquella gotita de azúcar, a la que iban los gorriones, seguros de que aquel era el mejor de todos los higos. Y por la noche olía de esa manera que huelen las higueras: algo entre ácido y provocador, que parece que te llama.
    También mi padre se sentaba debajo de aquella higuera...
    Es curioso: has despertado recuerdos de viejas higueras... y todos ellos se merecerían un sitio, una historia.
    Volveré aquí, a buscar nuevos recuerdos, tan bien escritos.

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    1. Aquí siempre tendrás una higuera donde refugiarte...

      Muchas gracias por dejarte llegar a los recuerdos merecedores de visitas repentinas...

      Un saludo!

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