Silencio mi voz
para escucharme
y la quietud
de tu respuesta
me abraza
con su disfraz,
vestida de tú
me rescata de las sombras
en las que te amo
interpretando el guión
de este no vivir sin ti
donde sigo vivo
a pesar de no existir
…
calma al silencio
que exige respuesta,
guiño de voces
con los ojos contestas
y la comisura de tu corazón
mi lengua despierta.
© Juan Carlos Saceda
Pintura: “El amor disfrazado” Autor:
Joseph Marmolejos
Profundo!
ResponderEliminarRespiro, luego existo?
Saludos.
Yo, a veces, aunque respiro no se si existo o sólo soy un el holograma de un pensamiento que algún día tuve...
EliminarGracias Musa!
Saludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEso ocurre con frecuencia maestro...la mayoría de veces yo soy invisible!
ResponderEliminarSaludos.