lluvia y sol conviven
en tu cobijo anegado
cabaña,
cueva,
refugio,
manto de tierra ausente,
hierba seca
que el fuego muerde
lacerando la vida
sierva de la muerte,
en ti me escondo
buscando amparo
en una esquina del corazón,
llévame,
hazme fuerte
…
sin ti no existo
si no existo tú mueres.
© Juan Carlos Saceda
Conseguiste encogerme el corazón y saltar una lágrima. Sin ti no existo!
ResponderEliminarSaludos.
Me alegro Musa, aunque no me gusta que llores...
EliminarSaludos!