Con el verbo mudo hablé
y no se oía,
grité sordas palabras
sin escucha
por no dichas,
callé la boca chillando
la garganta me rompía
afónico vocear
pregón sereno
...
sereno vigía.
© Juan Carlos Saceda
Imagen: “El grito del fuego” Autor: Etapa Ginard
Cuando la garganta calla y se desboca el alma.
ResponderEliminarSaludos.
Imparable el alma cuando se desboca, Musa
EliminarSaludos!!!