Sentado en las rodillas de un pensamiento en el que suelo
distraerme cuando tu incorporeidad me acompaña… dormito los recuerdos, me
abandono a tu mirada y en el centro de tu desdén te clavo los ojos, te sabes
observada… puntadas de recuerdos en el telar de mi alma tejen nuestro amor con
la ausencia eterna… presencia anhelada.
© Juan Carlos Saceda
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