Recorrí la noche
por el hábitat de las gárgolas
desafiando los demonios
que pueblan mi alma,
desde un poco más acá
del limite de mis pestañas
construí tu imagen
te creé,
visión sublimada en ti,
arquetipo de una perfección soñada,
de un deseo de vida inane
de oscuras noches sin dormir
con gemidos,
aullidos,
voces calladas
…
aquelarre de gritos
que nacen después de sonar
truenos sin rayos
que el negro soliviantan.
© Juan Carlos Saceda
Donde todo se confunde.
ResponderEliminarSaludos
Donde todo es nada
EliminarSaludos!