Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



lunes, 27 de enero de 2014

Nunca... jamás


Nunca volví a desear porque implica silencio, soledad, y una soberbia asumida, ni tampoco volví a esperar porque le daba infinitud a la vida, así mismo, jamás volví, allí donde nunca estuve y aunque creas que fui yo, fue mi existencia voluble.
  
© Juan Carlos Saceda

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