En este alma hirsuta,
cetrina y avejentada
con mil parches reparada
va mi vida disoluta
bebí de ti, de tu fuente
con el ansia del sediento
y agonizo macilento
con pústulas en la frente
veneno en cáliz de amor
sorbo a sorbo inoculado
en la sangre instalado
inmune a mi dolor
que me postra en el lecho
duro y frio como el hielo
sin sabanas de consuelo
que se arropen en mi pecho.
el dolor crece y aumenta
corta en gajos mi quietud
me encierra en un ataud
la oscuridad es mi afrenta.
© Juan Carlos Saceda
Sera que amaste mas que te amaron y al igual que el alma el corazón esta lleno de rebordes.
ResponderEliminarSaludos
Es posible, no se amar poco...
EliminarSaludos!