Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



lunes, 20 de febrero de 2012

Ayer





Alimentamos las comunes fantasías que nunca se ven ahítas, regenerándose después de cumplidas, multiplicando su fuerza y vigor, provocando sensaciones tuyas y mías, exclusivas de los dos.

La misma mano con distinto tacto, agravado en la suavidad intencionada que provoca tu piel desnuda, blanca y maquillada para mí, tersa y cálida conmigo, expectante y sensible para tu goce y el mío.

Los mismos labios pero siempre otros, más deseados cada día y ya imprescindibles por la adicción cronificada y sin cura, que suponen; haciendo que la abstinencia, de ellos, incida en el alma con el dolor de la ausencia de lo amado, de la pérdida de lo más querido…


© Juan Carlos Saceda

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