Él:
Tenia un nombre que no se podía pronunciar
en ningún idioma conocido; marcaba el terreno con la mirada extendiendo sus
dominios fuera de las fronteras del infinito; dominaba el caos que genera el
pensamiento manipulado de las masas; se metamorfoseaba en esporas sin vida a la
espera del alimento que modificaba su incorporeidad; su proximidad afectaba
espíritus hasta ahora imperturbables provocando respuestas incontroladas, e
incontrolables; dormía vigilante los sueños que vagan en la noche prolongando
la existencia más allá de la vida; esperaba en crisálida el regreso de la
existencia para emerger a tu lado y saborear tu pasión...
Ella:
Pronunciabas su nombre en mas de cinco
idiomas tildado con tu acento irresistible; aguantabas su mirada desde lo más
profundo de sus ojos marcándole tú a él con tus señales; deshacías su dominio
controlando tú el caos que le acosaba; le alimentabas con tu esencia dándole la
forma deseada; controlabas tus respuestas cuando querías y cuando no, las dejabas
incontroladas; vivías en sus sueños y allí el tiempo cesaba manteniendo la
existencia estancada; rompías la espera existiendo y a su lado permanecías
situada...
¡¡¡Vuelve pronto Amor!!!
© Juan Carlos Saceda
Pintura: “Los dos frente al mar” Pintada sin manos por: Nancy Ramírez Expósito
Un relato genial, donde los sueños juegan con la realidad. Enhorabuena
ResponderEliminarun fuerte abrazo
fus
A veces los sueños y la realidad se superponen, y vivimos el ensueño del deseo...
ResponderEliminarMuchas gracias Fus!!!
Un fuerte abrazo!