Te quiero mandar un mimo
que acorte la lejanía
y disuelva esta distancia
que no puede separarnos,
por mucho que insista y porfíe,
incansable la duda no grana;
somos uno
el tiempo no pasa
se estanca,
como cuando estamos
juntos los dos
y el resto no importa
es la nada,
lo ajeno,
lo otro,
que más da,
somos todo
y así vivimos
tú en mí
yo en ti,
libres siempre
pero nuestros,
cada uno del otro
y de si mismos,
amor puro
sin soledad,
sin soledad,
que enfríe nuestro alma…
© Juan Carlos Saceda
Pintura: Chicha
Un mimo para el miércoles... ¿Y para el jueves? ¿Y para el viernes?
ResponderEliminarCreo, Juan Carlos, que con ese "mino" que te hace sentir de esa manera... con esa seguridad y esa manera de sentir, no va a haber días tontos en los que se necesite un mimo.
Bella manera de andar esa...
Magdalena.