Las ausencias me duelen tanto o quizá más, que una mala
presencia, el disfraz navideño se desvanece sin ti y afloran las arrugas de un
rostro dolorido por tu falta, ¿donde estás ahora que la realidad predomina y no
hay gafas de falsas ilusiones hartas de turrones?
El temor de una posibilidad se ha solidificado en los
aires húmedos del invierno, dura como el granito y seca como el desierto
aliento que no respiro sin ti… dunas de tus sonrisas, oasis de tus ojos, dátiles
del sabor de tu boca, música ambiente pentagrameada en silencios de negras y
corcheas mudas de ti…
© Juan Carlos Saceda
Y sí el amor es un estado de locura y en la literatura es doble
ResponderEliminarAsí es Hilda: doble locura para una vida loca de amor...
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita... Un abrazo.