Quería verla YA, el tiempo mordía sus entrañas y el dolor se hacia insufrible, soñaba con ella y no podía soportar más la distancia que les separaba; luchaba contra su ser en una pugna que debilitaba su entereza, se removía inquieto con su imagen tatuada en la retina, todo lo que miraba lo veía a través de ella, la oía hablar cuando soplaba el viento, se le erizaba la piel pensando en sus caricias, soñaba la vida a su lado y deseaba no volver a despertar.
Ella le deseaba tanto como él pero el miedo paralizaba su pasión; pensaba en su voz y temblaba sin control; quería verle pero dudaba de si misma y su entereza; necesitaba tocarle y la intuición del placer la espantaba, sabia que no podría parar y temía perder lo que nunca habría imaginado que tendría con nadie.
El encantamiento que les había unido jugaba con ellos anulando la voluntad de sus anhelos e impidiendo que pudieran encontrarse.
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