Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



lunes, 28 de noviembre de 2011

Árbol seco




Estoy solo, el calor de tu voz me dejó hace tiempo, cierro los ojos o quizá los abra, ya no lo diferencio;  te veo, me estás escribiendo, alguien a tu lado te dicta el texto, ¡pero espera! Eres tú la que te hablas, ahora lo entiendo…
Tengo claustrofobia del mundo cuando no estás, se me oprime el pecho y el respiro decrece y te imploro unas palabras de aliento que calmen este encierro, ¿porque no hablas mi amor?
A la orilla de un manantial de aguas de vida sin ti me seco, riega esta raíz que se nutre de tus voces, que para extenderse necesita sentir tus emociones que el silencio marchita y entristece y me sumerge en un mar de conmociones. 

© Juan Carlos Saceda

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