Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



miércoles, 2 de noviembre de 2011

Fuego


La noche se movía con la quietud del devenir pausado, arrastrando nuestros corazones, que ya latían al unísono, acompasados con ella en un vals de giros entre estrellas; el borboteo de las llamas arrojaba luciérnagas fugaces perfumadas con el intenso aroma del olivo seco, que iluminaban el roce de dos cuerpos desnudos, dejando entrever como fluía un circulo de luz difusa y creciente en su entorno; la imprecisión del color de la piel aumentaba con la creciente excitación, translucida en matices invisibles al contemplar despistado y enajenando nuestras mentes con el gradiente en el pico más alto…
Subidos en las cumbres del placer, nos ensimismábamos contemplando los gestos que mostraban nuestros rostros, inmortalizándolos en la memoria para refrescarlos y airearlos al viento del deshojado otoño venidero. 

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