Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



lunes, 31 de octubre de 2011

Afecto





Me hirió el rayo mortal de tu mirada

con el dolor de la angustia permanente,

atravesaste un corazón dañado

que ya lloraba antes de verte,

y en los mares que navegas,

de mis lágrimas,

mil sirenas cantan

con mil sones diferentes
.
.
.

Sordo de ti me encuentro,

nada escucho que no digan tus labios

y el silencio de tu voz

me acalla el mundo

en un insoportable mutismo 

que me desgarra los tímpanos
.
.
.

Tú eres la dueña de ti misma,

yo sólo soy el que espera.


© Juan Carlos Saceda

Ahora


Ahora

Ahora que empiezo a conocerme
después de vivir media vida,

ahora que has arrancado
la adusta piel que me cubría,

ahora que gozo con tenerme,
teniéndote a ti toda mía,

ahora que bailo descalzo
en las arenas de la vida,

ahora que desafino el canto
del que en la urbe camina,

ahora que si quiero lloro
sin temor, con valentía,

ahora que mi llanto riega
flores que no existían,


Ahora es cuando ella no quiere
lo que antes si quería,
porque sabe que mi fuerza
ya doblega su perfidia


Juan Carlos Saceda 

Puro existir


Volé tanto y tan alto que ahora no se andar por los suelos de mi vida, mis pies tropiezan hasta con el polvo de las calles y se resienten con dolor cuando pisan piedras pequeñas como lentejas; me arrastro como puedo buscando cobijo y al levantar la vista veo el desafío de una montaña de piedra en un horizonte tan próximo que puedo tocarla con las manos; mis alas están rotas, por el desgaste de la brisa arenosa del desierto, y pesan tanto que doblegan la reserva de mis fuerzas; mi animo desapareció con el último vuelo por los cielos del mundo y el reflejo de mi figura en los charcos cuarteados por la sequía no existe, ¿Será que estoy muerto? ¿Se acabará así la vida, con una alucinación de lo imposible? Pero no puede ser, aún pienso, o quizá pienso que pienso y sólo soy lo que queda por desaparecer de mí… 

sábado, 29 de octubre de 2011

Atrapado


Un día más entregado a ti y me pregunto: ¿cuanto resistiré esta presión a la que me someto?; antes ya de que fuera hoy viví este momento y ahora que está ocurriendo lo vuelvo a sentir; ¿que fue del presente cuando estaba habitando en el futuro?, ¿lo volveré a tener o dejó de existir con el pasado que se fue para siempre? …
Me siento tan vulnerable, tan insignificante y pequeño, que cada vez lo soy más, pero no me voy a blindar, esta vez no; me dejaré disminuir hasta flotar invisible en el viento, quizá así no sienta nada pero haga sentir, quizá así no viva pero haga vivir…
Debí conformarme con lo que era cuando nací, pero me pudo la ambición y no pude negarme a su dominio, la disfracé de superación para auto engañarme y luché por ser el mejor, el único, y lo conseguí, pero una vez logrado quería ser mejor de lo que era, más único todavía, y entré en este bucle sin fin que me domina y me duele, convirtiéndose en un autocastigo infinito del que no puedo salir…

miércoles, 26 de octubre de 2011

Difícil

Encontrarás lo que buscas, tienes el talento y la sencillez necesarios para conseguir lo que te propones, con ese toque de distinción y originalidad que te caracteriza a ti y a todo lo que te rodea; no te preocupes por las influencias, si algo te define es la objetividad con que observas el mundo que es la misma con la que te miras tú.
Llevas el arte contigo y lo esparces con tanta suavidad y es tal la naturalidad con la que nace, que se integra en el entorno como si surgiera de él, no te das cuenta pero es así; sólo estando creas belleza y cuando te ausentas continua donde la dejaste, reina del momento…
Date cuenta de lo que soy desde que te conozco, desde aquel otoño en el que las alfombras de hojas secas acariciaron nuestros pies desnudos dejando la impronta de su huella marcada en nuestros corazones, convirtiéndolos en la base de las ramificaciones que nos unen, como el árbol a la tierra, como el ave al viento, como el lactante al pecho que le alimenta... 

Espera

Leo tus palabras mirando tu foto y me emociono, nunca nadie me había dicho las cosas que tú me regalas y de repente temo herirte, me asusta el pensar que pueda dañar tu estabilidad interior con mis frivolidades estúpidas y egocéntricas; también me aterra contemplar el asomo de la posibilidad de que te hartes de mi y me abandones, no, no me aterra, me espanta…
Y ahora, sin poder leer en tu rostro ni sentir tu piel, me angustio esperando que me escribas y me hables, necesito saber que estas bien, que me sigues queriendo como antes; te amo tanto… 

"Lo sé"

Eres afortunada porque tienes lo que mas deseas y le sabes tuyo, disfrutándole en el mundo del encuentro, a cualquier hora, en cualquier momento, siempre fiel a los anhelos que trasluce la mirada que le ofreces, oculta a sus ojos negros, clavada en su piel blanca, silente pero excitada por el gozo de complacerte con el suave mimo de sus labios, que te marcan el cuerpo vistiéndote con ellos pero manteniéndote desnuda para él, sempiterna en el mundo sin límites que abarca los confines de su templo donde te eriges en marmóreo puntal de su estructura, con tu figura de hierática cariátide desconocida, en ocasiones lasciva, otras  veces comedida, pero vigilante de por vida.
Te inmolas en sacrificio auspiciada por la imagen que te muestran oráculos de tez mestiza y protegiendo con tu celo el fuego eterno, en vestal convertida, que desoyendo a Teodosio, en mi templo sigue recluida…   

martes, 25 de octubre de 2011

Inmóvil

Lamentos razonados con un corazón débil en las manos ansiosas de mí pero frenadas por una razón pétrea e inmutable, resistente al fuego que controla la pasión también controlada y parasita de un amor diferente a los que conoces, esos que aún te duelen y no te dejan, te acobardan…
Desafíos que te acongojan por el miedo que te tienes, y detrás de ellos te agazapas huyendo de las esquinas que forman el perímetro de mi alma, permaneciendo siempre fuera sin moverte de la sombra que te tapa.
Sabes que si no hablas no existes, que necesitas ser narrada, y te empeñas en no salir, en esconderte, permaneciendo muda, ahogada en el silencio que te consume y te grita a voces en tus adentros, que des la cara, que te asomes y te dejes ver, si quieres tranquilidad en tu alma.

Sobrevuelas mi espacio oculta en nubes blancas;
bailas a mi alrededor con el disfraz de la pureza clara;
trinas para que mi atención se fije en tus alas desplegadas;
temes, pero te gusta, el desafío de mi mirada;
exclamas con voz queda, casi muda, así me hablas
sobre un transcurrir ajeno a una voluntad deshilvanada…

lunes, 24 de octubre de 2011

Roce




Vastas soledades 
que sólo hablan cuando callan,
encuentros en el oscuro negro del universo
sin faro que avise 
de los escollos que te circundan
anclados en las profundidades abisales 
de tu alma,
que afloran como obstáculos 
en tu cercanía
impidiéndome llegarte, 
haciéndote inasequible
sin la guía de tu mirada, 
ahora apagada.

Carentes de palabras 
tus manos me hablan
grabando letras 
con el fuego de tus dedos 
en mi espalda
abandonada por completo a ti: 
caricia mágica,
que me susurras los secretos de mi amada
con sus propias manos incendiadas.

Brasas de amor candente y rojo 
arden en mi corazón
alimentado de oxigeno con tu aliento…


© Juan Carlos Saceda