Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



lunes, 24 de octubre de 2011

Recuerdo


Aquellas noches de invierno con la luz y el calor de tu cuerpo en continua erupción de lava candente y fluida para envolverme, ansioso de tu tacto.
Aquel dejarte llevar por tus ansias de desnudarme que te hacían tropezar con los botones de tu deseo, ya imparable.
Poco a poco, un poco más:
-Despacio, no corras no voy a fugarme.
Pero no podías parar, no mandabas en ti, tu corazón iba al volante, temerario, sin control ni freno, por las curvas de tu cuerpo ondulante.
-Te acabo de secuestrar, enterarte: mío o de nadie.
Clavándome las uñas con un gesto seguro me desafías a escapar, sabes que nunca lo haría, demasiado inteligente como para arriesgarte si albergaras la mínima duda de que pudiera marcharme.  
Y tu poder crece y crece, y cada vez tiene más hambre, y me masticas y me engulles, y desde tu torrente sanguíneo te pido más, haciéndote adicta a mí, sin temor a que te sacies.

2 comentarios:

  1. Sin temor a que te sacies. Magnífico!!!

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    1. Muchas gracias Yolanda!!! Lo magnífico es verte por aquí, no te alejes... eres buena compañera... Un abrazo!

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