¿Qué temes de mí si te miro a los ojos cada vez que te
hablo? Deberías ver en ellos la azulada luz de un amor puro que no pide nada a
cambio y sin embargo desesperas, desconfías, y el lujo de la duda que nace en
tu autoestima, me pone a mi en el filo de la espada que me clavas cuando hacia
ti avanzo … mátame si eso te hace feliz o te llena de falsa seguridad mi
asesinato, pero no pienso parar de mirarte, paso a paso, con los rayos azules
de amor puro que te lanzo…
© Juan Carlos Saceda
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