En este lupanar
de mentes obtusas
prostituí mis pensamientos
a cambio de unos segundos
de escucha sincera,
vestidos con encajes y ligueros
los subí en tacones
de aguja caballeros
y disminuí mi luz
para que no se me entreviera;
acaricié oídos con los labios
rojos de carmín
lentamente con mi lengua humedecidos
y allí susurre mis pensares
que tanto me desesperan
...
de mentes obtusas
prostituí mis pensamientos
a cambio de unos segundos
de escucha sincera,
vestidos con encajes y ligueros
los subí en tacones
de aguja caballeros
y disminuí mi luz
para que no se me entreviera;
acaricié oídos con los labios
rojos de carmín
lentamente con mi lengua humedecidos
y allí susurre mis pensares
que tanto me desesperan
...
el muladar de mi conciencia
me ahogó la voz
y ya no hablo
si no soy yo
el que dicta las letras
…
me ahogó la voz
y ya no hablo
si no soy yo
el que dicta las letras
…
© Juan Carlos Saceda
No hay comentarios:
Publicar un comentario