Antes de conocerte quise crearte, para que el destino
tuviera una foto con la que poder identificarte, pregunté por ti a personas y
animales, a los astros y nebulosas, recorrí moradas de omnipotentes dioses que
todo lo saben, hasta la soledad me abandonó en esta búsqueda infructuosa y sin
final palpable; con el corazón ahíto, sin resuello ni consuelo y los pies cubiertos
de llagas y ampollas de sangre, cedí en el intento y entonces fue cuando te
encontré; viniste a mí cuando dejé de buscarte…
© Juan Carlos Saceda
Fotografía: Demian Alday Estevez
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