Tengo un roto en el alma, disimulo, hago como que no
le veo, pero no me sirve de nada cuando quiere se hace presente y el dolor me
atenaza, me yergo entonces y grito hasta desgañitar mi garganta y todo el mundo
me mira y yo me hago tan pequeño que sólo se ve el chillido y sus colores
espantan.
Tú que tan bien dibujas encuentros entre las almas, podrías
darle colorido al hueco que en forma de siete, la mía tiene desgarrada.
© Juan Carlos Saceda
No hay comentarios:
Publicar un comentario