No se si huía de tu ausencia o buscaba tu presencia
cuando emprendí este viaje a las profundidades de mis ensueños más anhelados;
dejé la puerta de la habitación de la esperanza entreabierta, gatera de tus escapes
y también de tus entregas: silenciosas, sorprendentes, oportunas, pasajeras…
siempre vienes cuando duermo y antes de despertar te vas, dejando en mi piel marcadas tus huellas.
siempre vienes cuando duermo y antes de despertar te vas, dejando en mi piel marcadas tus huellas.
© Juan Carlos Saceda
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