sábado, 15 de octubre de 2011
Impar
Esta noche la soledad duerme conmigo, y me sabe triste por la ausencia que arropa mi cuerpo desnudo, abocado al frío de la turgencia con que me envuelve su manto invisible; inmóvil por la presión de una falta que me aplasta, invoco la voz cadenciosa que no me habla, que calla ofuscada en un silencio dañino y malicioso que destroza mis oídos con el sigilo de su palabra; te llamo, y el eco que resuena con tu nombre, reverbera en las paredes del cerebro que te vuelve indispensable para mí, que te ama y hace que te ame, que no me deja vivir sin ti… nunca me acostumbro a no tenerte.
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...qué bonito te expresas, eres todo un escritor!
ResponderEliminarGracias italiana! Lo bonito es saber que me lee...
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