Miedo

Eres lo que siempre he deseado en este mundo y ahora que te tengo me asusto, es como si te fueras a acabar, como si de tanto disfrutar de ti hubiera un día en el que al despertar de este sueño de vida dormido en el paraíso: no quisieras verme, ni saber de mí, ni recordar que existo.

Entonces pienso en la eterna solidez de tus abrazos, dejándome abrazar el pensamiento; visualizo la calidez de tus besos cuando -con tus ojos cerrados y tus labios adheridos a mi boca que te recibe ansiosa, miedosa, húmeda y deseosa de vivir la infinitud del amor contigo- buscas meterte en mis adentros.