Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



lunes, 21 de noviembre de 2011

Adicción (fragmento)



Primero llegaste tú con el bonito acento que me juega el oído cuando hablas y te expresas en el idioma que has creado para ti. Te vi, me viste, nos miramos, eso si, disimulando, no fue la típica mirada de película que nos dice a los espectadores, sin mediar palabra, que los protagonistas se van a enamorar, o al menos van a acabar en la cama.
Nuestra mirada no fue de cama, fue mas bien de encuentro, de relax, de confianza…
algo teníamos cada uno, que al otro, sin llegar a hipnotizarle, le llamaba  porque no sólo hablaron los ojos, también fueron las palabras con la expresión de las manos danzándolas, y la inflexión de la voz y los gestos y la forma de articularlas.
Había algo cotidiano, algo que por habitual no nos chocaba de nosotros, y entre nosotros circulaba, era la naturalidad con la que nos tratamos sin conocernos, había hasta algo de complicidad y autoentendimiento mudo, en ese primer encuentro, el día que viniste a mi sala.

Juan Carlos Saceda

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