Borras las huellas
con el mismo miedo
que las fuiste dejando;
regresas a tu mundo,
allí no estoy,
por eso te vas,
para enterrarme
en el silencio,
pero no podrás
con la memoria,
¡de ahí no salgo!
...
me verás hablar
contigo en sueños,
susurrarte versos afilados,
y la voz que tanto te nombra
resbalará por tu piel
hasta humedecerte los labios,
secos ya por los jadeos
que te nacen espontáneos.
© Juan Carlos Saceda
Excelente transición de humedades!
ResponderEliminarGracias!
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