Cultivo las letras inspirado por la belleza y en ellas me sumerjo para buscarte; desde allí te hablo con la certeza de no resultar inmune a tu corazón que se acompasa con mi latir trayéndote hasta mí. Grita fuerte para que oiga tu pensar, piensa intenso para que escuche tu sentir.



lunes, 28 de noviembre de 2011

Hoy



No me acostumbro a la muerte, la conozco bien, trabajo a menudo con ella, desde hace mucho tiempo, pero siempre me sorprende; unas veces por la inmediatez, otras por su lento pero implacable caminar, pero cuando más me conmueve es cuando su propia víctima la convoca esperándola de frente sin más armas que el deseo de que venga y se la lleve; entonces, como hoy, es inútil pelear, hacer el quite, distraer, no hay nada que la frene…
Ahora queda un residuo almacenado en la mente y un sabor agrio en la boca que me seca y me entristece y que nunca consigo olvidar, la memoria lo retiene.

© Juan Carlos Saceda

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