Me vestí de ti aquel día lejano que fue ahora y hoy es un
ayer distante, no te podía ver porque era tú pero vi con tus ojos mi rostro y
comprendí tu mirada cegada, quise hablar con una voz silente desconociendo las
palabras que no escuchaba… ese tormento del silencio que me atruena también
vestía mi cuerpo aquella mañana.
Juan Carlos Saceda
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