Te mimo con mis frases,
te hago guiños con palabras
copiadas de tu boca,
pero temo herirte
traspasando los limites
de una sensibilidad indeterminada,
desconocida para mí,
una forma de ser
inaudita e insospechada
que te erige en mi diosa,
la más amada,
mi mentora,
mi fuente
que siempre mana…
Siempre escribo para ti
pero ella también me inspira,
se que eres consciente
y no te importa,
tú dominas…
Dominas segura de ti misma,
sabedora de tu poder,
con la calma
que te acompaña
en tu camino,
y me abrazas fuerte
y me regalas tu voz
y me llenas el vacío de esperanza
y, con los ojos cerrados,
nuestras almas se aman..
Juan Carlos Saceda
Que sea este un feliz inicio de un camino en la poesía. Felíz viaje a la imaginación y el mundo de las palabras. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tus palabras y que así sea. Un abrazo
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